
Ya lo dijo Janik en su blog: moverse.
Siento que no me muevo sola. Que llevo meses ideando la forma de moverme con todos y para todos, porque todo ha sido fundamental en los últimos dos años.
Todo comenzó con este pequeño blog.
Luego se crearon los pasajes solitarios.
Después vinieron las invitaciones a infinidad de festivales.
Unos meses después todo tomó orden y rostros y olores.
Pasó el tiempo y tuve cómplices a los cuales llamé "familia".
Y todo pasó y nos quisimos y aprendí de ellos: con plagios, homenajes, ideas robadas de todos, consejos, pleitos, defensas, admiración, envidia, coraje, miedo, cobardía, enfermedad, charlas acerca de astronautas y de nada, golpes en el vientre, odio intenso, mediocridad, matrimonios inconclusos, amores de ocasión, familia disuelta.
Por eso me atrevo a decir que sin los Turno 1440, no estaría parada aquí.
Gracias a todos y cada uno de ustedes: Sibila, Nat, Janik, Güero, Ánuar, Goldfish, Andrei, Costa sin mar. Todos ustedes mi pesadilla más bonita.
Mensajes personalizados:
Nat: por ese incendio donde, aunque lo dudes, nos quemamos las dos.
Sibila: por romper ese muro y por las orillas de la alberca.
Janik: por tus ojos y el plumón rojo.
Güero: por las granadas, por los bailes, por esa voz, hermano.
Andrei: por las cervezas, el misterio, el hombre que no conozco.
Goldfish: por la vida juntos y separados; por la nostalgia y el tiempo de felicidad.
Costa sin mar: por ser parte de ti y tú de mí; por ese hombre de hoteles y basura en los bolsillos; por enseñarme todo de lo que reniego, admiro, plagio y envidio.
Ánuar: por tirar a gol, hermano.
*Una familia no te deja, sólo te putea y muy cabrón.
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También esto es por toda esa gente que llegó y regresó después.
Gracias a Ricardo Poery por toda la vida a mi lado. Por su apoyo, su amor incondicional, sus aventuras, sus sueños compartidos. Gracias por estar siempre allí. Gracias por dejarme sola y mirarme a los ojos para decirme que el punto es aquí y ahora. Porque siempre es todavía. Te quiero con locura desenfrenada y con pasión inaudita.
Gracias a Melba por sus pinches chinos, por ver a Lirva, por verme y estar ahí.
Gracias a Javier Moro por su compañía, sus consejos, sus regaños, su pasión, su amor, su amistad. Por decirme que significaba algo. Gracias por estos meses de locura. Gracias por tus palabras e instrucciones. Gracias, amigo.
Gracias a Nancy Robles por ser mi hermana, por apoyarme y escucharme cuando más lo necesitaba. Gracias por los paseos y las angustias, por la amistad pura y desinteresada. Por ser tú y dejar que yo sea tu hermana.
Gracias a Anelí por ser mi eterna cómplice. Por recibirme nuevamente, por ser mi hogar.
Gracias a Penny por ser mi gemela y por cobijarme.
Gracias a Erick Blanco por ser mi razón, el amor de mi vida, el sobrino más chingón. Por "¿Qué es peor, la cárcel o el manicomio?"
Gracias a Lirva Pandulce por ser ese personaje al cual desprecio y que cuando sea grande espero nunca ser como ella.