24 feb 2011

mi hermana no me heredó nada





casi no hablamos durante los años

que vivió en mi casa

solamente

unos cuantos sorbos de té

un baño tibio

y por las noches

esas dosis altísimas

que la dejaban dormir tranquila




16 feb 2011

poco antes de que den las diez





A Ricardo,
por nuestra






J.M.S.


Te levantarás despacio
poco antes de que den las diez
y te alisarás el pelo
que con mis dedos deshilé,
y te abrocharás la falda,
y acariciarás mi espalda
como un "Hasta mañana",
y te irás sin un reproche;
te perderé con la noche
que llama a mi ventana,
y bajarás los peldaños
de dos en dos, de tres en tres.

Ellos te quieren en casa
poco antes de que den las diez.

Vete.
Se hace tarde.
Vete ya...
Vete ya.

Y en el umbral de mi puerta
poco antes de que den las diez,
borrarás la última huella
que en tu cara olvidé.
Y volverás la cabeza
y me dirás con tristeza
"Adiós" desde la esquina.
Y luego te irás corriendo,
la noche te irá envolviendo
en su oscura neblina.

Tu madre abrirá la puerta,
sonreirá y os besaréis.
La niña duerme en casa...
y en un reloj darán las diez.




13 feb 2011

dejadme llorar/orillas del mar






Luis de Góngora y Argote


Noble Desengaño,

gracias doy y al cielo

que rompiste el lazo

que me tenía preso.

Por tan gran milagro

colgaré en tu templo

las graves cadenas

de mis graves verros.

Las fuertes coyundas

del yugo de acero,

que con tu favor

sacudí el cuello,

las húmidas velas

y los rotos remos,

que escapé del mar

y ofrecí en el puerto,

ya de tus paredes

serán ornamento,

gloria de tu nombre

y de Amor descuento.

Y así, pues que triunfas

del rapaz arquero,

tiren de tu carro

y sean tu trofeo.

Locas esperanzas,

vanos pensamientos,

pasos esparcidos,

livianos deseos,

rabiosos cuidados,

ponzoñosos celos,

infernales glorias,

gloriosos infiernos.

Compónganse himnos,

y digan sus versos

que libras captivos

y das vista a ciegos.

Ante tu deidad

hónrense mil fuegos

del sudor precioso

del árbol sabeo.

Pero ¿quién me mete

en cosas de seso,

y en hablar de veras

en aquestos tiempos,

donde el que más trata

de burlas y juegos,

ese es quien se viste

más a lo moderno?

Ingrata señora

de tus aposentos,

más dulce y sabrosa

que nabo en adviento,

aplícame un rato

el oído atento,

que quiero hacer auto

de mis devaneos.

¡Qué de noches frías

que me tuvo el hielo

tal, que por esquina

me juzgó tu perro,

y alzando la pierna,

con gentil denuedo

me argentó de plata

los zapatos negros!

¡Qué de noches destas,

señora, me acuerdo

que andando a buscar

chinas por el suelo,

para hacer la seña

por el agujero,

al tomar la china

me ensucié los dedos!

¡Qué de días anduve

cargado de acero

con harto trabajo

porque estaba enfermo!

Como estaba flaco,

parecía cencerro:

hierro por de fuera,

por de dentro hueso.

¡Qué de meses y años

que viví muriendo

en la Peña Pobre

sin ser Beltenebros.

Donde me acaeció mil días enteros

no comer sino uñas,

haciendo sonetos!

Qué de necedades

escribí en mil pliegos,

que las ríes tú ahora

y yo las confieso!

Aunque las tuvimos

ambos, en un tiempo,

yo por discreciones

y tú por requiebros.

¡Qué de medias noches

canté en mi instrumento:

"Socorred, señora

con agua, mi fuego"!

Donde, aunque tú no

socorriste luego,

socorrió el vecino

con un gran caldero.

Adiós, mi señora,

porque me es tu gesto

chimenea en verano

y nieve en invierno.

Y el bazo me tienes

de guijarros lleno,

porque creo que bastan

seis años de necio.





LEO ESTO GRACIAS A UNA MAESTRA







perquè vós no sabíeu, mestra,

que el món és el mateix...
que l'home és el mateix...
i no és el mateix,
l'olor de vostè,
ai! mestra,
que l'aire del carrer.

J. M. S.



En coautoría con mi padre, este pequeño homenaje a usted, maestra.


El nombre de nuestra protagonista es Roxana. Nace en la Ciudad de México el 26 de febrero de 1957, mismo año en que se inaugura The Cavern Club (mejor conocido en español como La Caverna), legendario bar ubicado en la ciudad de Liverpool, Inglaterra, donde los incomparables Beatles realizaron su primer concierto. El nacimiento de nuestra protagonista está a la talla de significativos acontecimientos mundiales.

Hija menor de una enfermera, Galdina y de un militar, José María. La niña rubia, de ojos verdes aceitunados pasó su infancia y adolescencia en una casa bellísima con jardín y amplios salones, ubicada cerca del barrio de Mixcoac; territorio poblado por un tranvía y ambientado en una vida semi-rural y tranquila, pese al ajetreado crecimiento de la urbe mexicana.

Gracias a su madre conoció a temprana edad el ambiente de un hospital. Jugaba entre vendajes y utensilios de curación, con ese olor característico del alcohol etílico y las medicinas. Roxana, soñaba convertirse en doctora.

Cursa su educación preescolar (siempre tan inquieta nunca estaba en su salón) y primaria en el Colegio Americano Francisca X. Cabrini. Después realiza su educación secundaria en la escuela para señoritas Anexa a la Normal (hoy Coordinación de Secundarias).

La vida transcurrió entre libros, la música de Joan Manuel Serrat y los Beatles. Los caminos que ella esperaba tomar se esfumaron y tomó la ruta en 1971, a la corta edad de 14 años, de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. Cursó con excelencia la carrera. Obtuvo su título con mención honorífica, logrando el octavo lugar de toda la generación, con derecho a ejercer una beca en Rumania.

El 1 de septiembre de 1975 comenzó su trayecto y desarrollo entre pizarras, pupitres, cabecitas inocentes y polvo de tiza blanco. Debido a su incansable deseo de adquirir conocimiento, ingresó en octubre de ese mismo año a la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional Autónoma de México, para cursar la licenciatura en Literatura Dramática. Así combinó estudio y trabajo, codeándose con personajes célebres como Juan José Arreola o Enrique Ruelas, famoso dramaturgo. Entre los ires y venires de su vida de estudiante y profesional tuvo tiempo de estudiar los idiomas inglés y francés.

Todo se combinaba entre su trabajo, el estudio y su vida personal. Enamorada locamente de un joven soñador de pelo largo, Roberto, contrae matrimonio con él, curiosamente el día 30 de abril , día del niño, en 1977. Se convierte en madre en 1978 de su primera hija Dafné (una paloma morena de tres primaveras). En 1984 es madre por segunda vez , tiene a sus gemelas Robertha y Berenice (dos pequeñas lunas ). En 1995 se convierte en abuela de un diablillo Erick ( el sol ).

Incansable e invencible. Maestra, esposa, madre; amante de la música, la lectura y el desenvolvimiento intelectual y cultural, la hacen una persona polifacética.

La vida le presenta adversidades y alegrías. Pérdidas y ganancias. Una vida marcada por el trabajo y la superación la llevan a ascender en su carrera profesional. Abandona su labor de enseñanza frente a un grupo de estudiantes ( cuelga el borrador ,el gis, y la vengadora regla) para desarrollarse en el ámbito administrativo, inicialmente como secretaria en la Esc. Prim. Laura Méndez de Cuenca. Así lucha insaciablemente hasta lograr convertirse en Directora de la escuela primaria Josefina Rodríguez Solís Gudiño. Esto trae a su vida una satisfacción y uno de los retos más agresivos de su carrera. Logra restaurar la escuela y darle un nuevo aire de armonía, profesionalismo y solidaridad al equipo docente y estudiantil. Con su carácter firme defiende con denuedo y valentía sus posturas ante lo injusto, con su frase "Primero los niños y siempre primero los niños. " En su afán de aprender más para forjarse en la excelencia, adquirió el nivel C en Carrera Magisterial. Realizó dieciocho cursos a nivel estatal; acreditó las asignaturas de Español y Matemáticas en cursos nacionales y recientemente un Diplomado en RIEB.

Con 35 años de servicio a la educación. Recordamos a esta mujer trabajadora, amable, gentil, profesional y ejemplo a seguir. Muchas gracias por su empeño y dedicación a la enseñanza. Por los buenos momentos y los excelentes recuerdos. Gracias por su ímpetu y sus consejos. Gracias por permitirnos formar parte de su vida. Esperamos que su camino tenga más logros y felicidad; más trabajo y desarrollo personal y profesional. Le deseamos lo mejor y le aclaramos que esto no es una despedida, sólo es una muestra de afecto y un homenaje a una vida entregada a demostrarnos y enseñarnos que la educación y las buenas acciones son el mejor camino para una vida llena de libertad y satisfacción. Gracias por los cuentos y las alegrías. Aquí termina esta historia de hadas para que comience otra. Mucha suerte.


Gracias, maestra.




10 feb 2011

Este es el panorama: Botas, culatas, bayonetas, gases...





A Carmen Aristegui,

por preguntar






¡Mi país,Oh, mi país!


Efraín Huerta



Ardiente, amado, hambriento, desolado,

bello como la dura, la sagrada blasfemia;

país de oro y limosna, país y paraíso,

país-infierno, país de policías.

Largo río de llanto, ancha mar dolorosa,

república de ángeles, patria perdida.

País mío, nuestro, de todos y de nadie.

Adoro tu miseria de templo demolido

y la montaña de silencio que te mata.

Veo correr noches, morir los días, agonizar las tardes.

Morirse todo de terror y de angustia.

Porque ha vuelto a correr la sangre de los buenos

y las cárceles y las prisiones militares son para ellos.

Porque la sombra de los malignos es espesa y amarga

y hay miedo en los ojos y nadie habla

y nadie escribe y nadie quiere saber nada de nada,

porque el plomo de la mentira cae, hirviendo,

sobre el cuerpo del pueblo perseguido.

Porque hay engaño y miseria

y el territorio es un áspero edén de muerte cuartelaria.

Porque al granadero lo visten

de azul de funeraria y lo arrojan

lleno de asco y alcohol

contra el maestro, el petrolero, el ferroviario,

y así mutilan la esperanza

y le cortan el corazón y la palabra al hombre-

y la voz oficial, agria de hipocresía,

proclama que primero es el orden

y la sucia consigna la repiten

los micos de la Prensa,

los perros voz-de-su-amo de la televisión,

el asno en su curul,

el león y el rotario,

las secretarias y ujieres del Procurador

y el poeta callado en su muro de adobe,

mientras la dulce patria temblorosa

cae vencida en la calle y en la fabrica.

Este es el panorama:

Botas, culatas, bayonetas, gases ...

¡Viva la libertad!


Buenavista, Nonoalco, Pantaco, Veracruz...

todo el país amortajado, todo,

todo el país envilecido,

todo eso, hermanos míos,

¿no vale mil millones de dólares en préstamo?

¡Gracias, Becerro de oro! ¡Gracias, FBI!

¡Gracias, mil gracias, Dear Mister President!

Gracias, honorables banqueros, honestos industriales,

generosos monopolistas, dulces especuladores;

gracias, laboriosos latifundistas,

mil veces gracias, gloriosos vendepatrias,

gracias, gente de orden.

Demos gracias a todos

y rompamos

con un coro solemne de gracia y gratitud

el silencio espectral que todo lo mancilla.

¡Oh país mexicano, país mío y de nadie!

Pobre país de pobres. Pobre país de ricos.

¡Siempre más y más pobres!

¡Siempre menos, es cierto,

pero siempre más ricos!

Amoroso, anhelado, miserable, opulento,

país que no contesta, país de duelo.

Un niño que interroga parece un niño muerto.

Luego la madre pregunta por su hijo

y la respuesta es un mandato de aprehensión.

En los periódicos vemos bellas fotografías

de mujeres apaleadas y hombres nacidos en México

que sangran y su sangre

es la sangre de nuestra maldita conciencia

y de nuestra cobardía.

Y no hay respuesta nunca para nadie

porque todo se ha hundido en un dorado mar de

dólares

y la patria deja de serlo

y la gente sueña en conjuras y conspiraciones

y la verdad es un sepulcro.


La verdad la detentan los secuestradores,

la verdad es el fantasma podrido de MacCarthy

y la jauría de turbios, torpes y mariguanos inquisidores

de huaraches;

la verdad está en los asquerosos hocicos de los cazadores

de brujas.


¡La grande y pura verdad patria la poseen,

oh país, país mío, los esbirros,

los soldadones, los delatores y los espías!

No, no, no. La verdad no es la dulce espiga

sino el nauseabundo coctel de barras y de estrellas.

La verdad, entonces, es una democracia nazi

en la que todo sufre, suda y se avergüenza.

Porque mañana, hoy mismo,

el padre denunciará al hijo

y el hijo denunciará a su padre y a sus hermanos.

Porque pensar que algo no es cierto

o que un boletín del gobierno

puede ser falso

querrá decir que uno es comunista

y entonces vendrán las botas de la Gestapo criolla,

vendrán los gases, los insultos,

las vejaciones y las calumnias

y todos dejaremos de ser menos que polvo,

mucho menos que aire o que ceniza,

porque todos habremos descendido

al fondo de la nada,

muertos sin ataúd,

soñando el sueño inmenso

de una patria sin crímenes,

y arderemos, impíos y despiadados,

tal vez rodeados de banderas y laureles,

tal vez, lo más seguro,

bajo la negra niebla

de las más negras maldiciones...


(1959)






8 feb 2011

y leas estas líneas que el autor escribió para ti y tú no lo sepas



1


cuando ocupo el lugar por donde el mirlo

baja la escalera que antes nos unía

pienso que todo ha terminado


porque él y yo sin nada que decirnos

dibujamos en los barandales

albercas donde nadan cabellos pelirrojos


2

es la tormenta, amor, no desesperes

podemos esperar quietos un rato más


tal vez deberíamos comprar un automóvil

reparar los vidrios rotos de la casa

o limpiar de las paredes esos insectos que ya caducaron


piensas que los remedios son absurdos

y te hundes en esa esquina

la del mirlo



yo te hablo por fin de las malas noticias que recibo todos los meses

de los anuncios que corrijo y de la humedad en la habitación

de mis padres


3


será la última vez de visita en esta parte de la ciudad

cada tren ha llegado tarde a casa

cada anciano se mata frente al espejo

cada luz parece un departamento de donde nadie se muda

cada silla, mesa, cama es una anguila eléctrica



4


terminó esta época del año


no logramos tocar la nieve que escurría

de los techos de las casas


tristemente nos despedimos

después de una larga temporada en los andenes

y las casas-escombros

donde siempre tuvimos un plato caliente

e historias que contar cuando poco a poco llegaba la noche

adivinábamos nuestros rostros y las rodillas hacían ese ruido

hueco que nos mataba de risa







4 feb 2011

¿quieres ser mi novio?




Bancarrota


Raymond Carver



Veintiocho, un vientre velludo que sobresale

de la camiseta (insolvente)

aquí tumbado en mi lado

del colchón (insolvente)

escuchando el extraño sonido

de la voz de mi mujer (también insolvente)

Somos unos recién llegados

a estos pequeños placeres.

Perdonadme (le ruego al gobierno)

que no hayamos sido previsores.

Hoy, mi corazón, como la puerta delantera

Está abierto por primera vez desde hace meses.




2 feb 2011

explosivo






Miedo


R. Carver





Miedo a ver un coche de la policía acercarse a mi puerta.

Miedo a dormirme por la noche.

Miedo a no dormirme.

Miedo al pasado resucitando.

Miedo al presente echando a volar.

Miedo al teléfono que suena en la quietud de la noche.

Miedo a las tormentas eléctricas.

Miedo a la limpiadora que tiene una mancha en la mejilla.

Miedo a los perros que me han dicho que no muerden.

Miedo a la ansiedad.

Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.

Miedo a quedarme sin dinero.

Miedo a tener demasiado, aunque la gente no creerá esto.

Miedo a los perfiles psicológicos.

Miedo a llegar tarde y miedo a llegar antes que nadie.

Miedo a la letra de mis hijos en los sobres.

Miedo a que mueran antes que yo y me sienta culpable.

Miedo a tener que vivir con mi madre cuando ella sea vieja y yo también.

Miedo a la confusión.

Miedo a que este día acabe con una nota infeliz.

Miedo a llegar y encontrarme con que te has ido.

Miedo a no amar y miedo a no amar lo suficiente.

Miedo de que lo que yo amo resulte letal para los que amo.

Miedo a la muerte.

Miedo a vivir demasiado.

Miedo a la muerte.

Ya he dicho eso.






1 feb 2011

parece un niño, que desde las sillas voladoras, saluda a sus padres





Siempre quise ver el mar contigo. Mi esposa repetía sin parar esa frase mientras empacaba en bolsas de plástico toda su ropa y las lámparas que compramos en nuestro viaje a Hamburgo. Pensaba abandonarme. Ese fue el último día que la vi y que platiqué con mi hijo. Le dije al niño que cinco años antes de que él naciera, yo no había podido dormir pensando en las fotografías que tomó su madre antes de conocernos. Él me observaba fijamente. Yo jugaba con una cuchara llena de puré de manzana. Hacía ese juego estúpido del avioncito y le hablaba como imbécil para que comiera.
Siempre odié darle de comer y que él hiciera gestos de desagrado. Sin embargo, los dos nos reíamos juntos. También le aconsejaba que nunca más en la vida permitiera que alguien jugara con su comida.