26 abr 2011

abrir una ventana es como abrirse una vena







A Penélope, por el diálogo






De Anna Ajmátova


El ángel divino, habiéndonos unido secretamente
como una mañana invernal
no quita sus ojos anochecidos
de nuestra gozosa vida.

Por eso amamos el firmamento,
el aire sutil, el viento fresco
y las ramas ennegrecidas
tras la reja de hierro.

Por eso amamos la ciudad severa,
oscura y de aguas abundantes,
y amamos nuestras despedidas
y las horas de breves encuentros.

*

¿Me perdonarás estos días de Noviembre?
Las llamas tiemblan en los canales del Neva.
En indigente la belleza del trágico otoño.

*


Tú me has dado una juventud difícil.
Cuánta tristeza en el camino.
¿Cómo elevar mi pobre alma
para entregártela?
El destino lisonjero
canta una larga canción de gloria
¡Señor! Yo, la indolente,
tu ciega sierva,
no seré rosa ni talluelo
en los jardines del Padre.
Tiemblo sobre cada partícula de polvo,
sobre cada palabra del insensato.

*

Él amaba...

Él amaba tres cosas en el mundo:
los cantos de vísperas, los pavos reales blancos
y los desgastados mapas de América.
No le gustaba el llanto de los niños,
ni el té con frambuesas,
ni la histeria femenina,
... Pero yo era su esposa.













25 abr 2011

la viuda coqueta







expulso tu vientre de las celebraciones

le robo a la nada de tus olivos

mi espíritu balanceándose

en las nucas de los caballos


queda poco del deseo confundido

¡qué momentos! y el radio sonando:

no te mientas

la familia pirotecnia

vive en otro hemisferio

fuera del paraíso





20 abr 2011

30 gramos






en casa de mis padres hablan sin parar de títulos universitarios. he intentado, sin mucho fervor, explicarles que lo lamento, pero elegí otro camino.

paso las tardes de incognito en las bibliotecas y me escapo de mis hermanas cuando se disponen a comentar los avances de las telenovelas o el conflicto con la inmobiliaria que engañó a toda la familia.

los lugares nunca se agotan. sin extrañeza admito que soy yo la que se cansó.
me aburren las conversaciones con los amigos, me aburre descifrar. no estoy lúcida porque así lo quiero.

una amiga me comenta que es momento de aceptar que la gente cambia, que quizá soy otra persona. la miro fijamente y enciendo un cigarro: mentira, le contesto. me burlo de la sinceridad con la que quiere ayudarme. nadie me responde algo satisfactorio. hago preguntas, las arrojo como puñados de arena, sin embargo, se enredan en arrumacos y palabras de apoyo, y pretenden que responda a ¿qué te pasa?

odio algunos verbos. costar, lo odio profundamente. al igual que guiar y reenviar. eso me pasa.

el consejo oscila entre: deberías salir con más frecuencia, conocer nuevas personas, hacer un viaje largo, estudiar otra cosa; haz lo que te gusta.

la palabra zinc me fascina. también fósforo y esdrújulo. encender es un verbo bellísimo, suscitar no lo es. cretáceo me hace reír. carbón me intimida.

mi amiga pregunta después de una larga exhalación:

- ¿de verdad eso es lo que te gusta?

me inclino y llevo las manos a mi nuca:


- zinc.


clavícula






Mi cabeza calla cuando Lucía abre las cortinas


para que la luz entre en la habitación.


Afuera las aves montan una navaja.


Hileras imposibles de retratos,


el sol en los listones


de los bebés algodón,


su martillo extranjero.


El metal de los coches arde


y parecen pléyades revólver,


el olor de su plástico furioso:


el día embrutecido de vinilo


y qué se yo.



Alguien desde la puerta de su casa


saluda a Pedro,


el viejo escritor,


que durante su juventud


pasó largas horas en una caseta de vigilancia


cubriéndose la cabeza con una chamarra negri-azul,


para aspirar tigres mientras cavaba un pozo


con las botas viejas de su padre:


un kit dinamita,


otro entierro de Dios.





18 abr 2011

como un rayo de sol sobre flores colgantes






De Ezra Pound


El encuentro

Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral
ella me exploraba con sus ojos.
y cuando me levanté para marcharme
sus dedos fueron como el tejido
de una servilleta japonesa de papel.







15 abr 2011

mi corazón habita en otra casa





De Nicanor Parra





Un hombre

La madre de un hombre está gravemente enferma
Parte en busca del médico
Llora
En la calle ve a su mujer acompañada de otro hombre
Van tomados de la mano
Los sigue a corta distancia
De árbol en árbol
Llora
Ahora se encuentra con un amigo de juventud
¡Años que no nos veíamos!
Pasan a un bar
Conversan, ríen
El hombre sale a orinar al patio
Ve una muchacha joven
Es de noche
Ella lava los platos
El hombre se acerca a la joven
La toma de la cintura
Bailan vals
Juntos salen a la calle
Ríen
Hay un accidente
La muchacha ha perdido el conocimiento
El hombre va a llamar por teléfono
Llora
Llega a una casa con luces
Pide teléfono
Alguien lo reconoce
Quédate a comer, hombre
No
Dónde está el teléfono
Come, hombre, come
Después te vas
Se sienta a comer
Bebe como un condenado
Ríe
Lo hacen recitar
Recita
Se queda dormido debajo de un escritorio.





12 abr 2011

por qué y cómo matar, bajo la lluvia entera






Es para ti





De Leopoldo María Panero



El enmascarado

Oh, dónde estás Hombre Enmascarado
en qué galaxia tu nombre ha encallado
lucha, lucha contra el mal
porque la felicidad del hombre es la guerra
Hombre Enmascarado qué amenaza
se cierne sobre tus espaldas
mientras los hombres ríen de ti
oh, pobre Enmascarado de ti se ríen los hombres
qué culpa tiene el pigmeo, el elefante y el tigre
de que Occidente sea cruel
y sobre la cruz disparen
en la selva.





8 abr 2011

en medio de truenos y relámpagos






No tiene nada
que ver con ella.







el divorcio es un tatuaje.


*

perseguimos carros a toda velocidad.

*

anaqueles invadidos de arterias, de trapecios y poliéster.

*

caminatas larguísimas. en las calles representábamos un mapamundi exhaustivo e indescifable.

*

el hogar como un reloj atómico.

























7 abr 2011

no harás la revolución







en la secundaria mis amigos eran los que sabían de música electrónica y reprobaban todas las materias.


5 abr 2011

ruinas





es el mismo
no pienso en otro
no quiero a otro

el que recolecta manchas de insectos perforando las paredes
el que espera con la misma camisa hasta
que llegue el año siguiente y el siguiente
cuando sea otro el que no recuerde todos los itinerarios de trenes
y el destello de una pareja en mitad de la noche


playa sin mar





no pienso disculparme por mis rarezas:

no puedo dormir en otro lugar que no sea mi casa. me asustan los ruidos ajenos. en casa sé que tengo un vecino que gruñe, una vecina que fuma en el pasillo del edificio, una niña que siempre sonríe cuando se abre el elevador y las monedas que siempre caen al suelo cuando alguien, en el departamento de arriba, parece que se desviste para dormir o coger.

me abruma la idea de despertar en otro sitio. no querer regresar a mi casa. pasarla mejor en otro lugar. me abruma la idea de dormir junto a alguien y tener el impulso, el deseo, el ansia de decirle que me bese, casi imperceptible, casi certero.

me entusiasmo mucho y me detengo. regreso a casa para dormir. para construir trincheras, para no hacer directo el encuentro. por eso siempre separo con mesas, libreros o sillas a todos mis visitantes.

me da miedo despertar y percibir la radiación de otro cuerpo junto al mío.


de cuarta regional preferente






las últimas semanas he leído mucho a teillier y a panero (el esquizofrénico). no tolero nada más. no mucho ruido, no mucho aspaviento. no salir con los amigos, sólo en caso de tragedias porque uno debe estar, es un principio.

escucho una entrevista que le hicieron a teillier e imagino a un niño que habla de cazar grillos o de lamer gises. escucho ese cuerpo y esa voz que me permiten evadirme. me afilio a un inocente recolector de hojas.

también me afilio a la figura tramposa de panero. ausente de todo pudor observo por largos minutos el cuerpo desnudo de un viejo loco que repite sin cansancio, que su madre era una bruja justificada. tirarse esa vida con un desquiciado comunista la hizo sufrir y nadie que sufra debe ser bueno.
después de embrutecerme con esa imagen, no salgo de casa.

cruzando mi puerta, la ciudad no es mondragón o lautaro.

no es un campo de batalla porque no hay rivales, no hay contrapuntos, no hay fuerzas que choquen y den la ilusión de que algo grandísimo sucederá en cualquier momento.


afuera hay radiación y tampoco podemos verla.





4 abr 2011

rabia





Jorge Teillier


Vamos a ser leyenda para toda la gente
que viene después.
Porque nos van a entender después
tal vez nos empiecen a entender
ahora, pero una minoría.
Después van a ser más y más;
estoy convencido.
No somos pájaros, ni sacerdotes,
ni santos pero somos poetas.
Poetas que contemplamos.



1 abr 2011

hablo con los muertos







Para Batania





De Jorge Teillier




Nieva
y todos en la ciudad
quisieran cambiar de nombre.




he visto día a día en las ciudades vehículos iluminados como trasatlánticos




De Antonio Gamoneda



Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el
silencio de las últimas ramas.

Esto era el destino:

llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.