29 sept 2011

fui a un abismo lleno de aire




De Luis Armenta Malpica


Ebriedad de Dios (i)


Esa tristeza lenta del recuerdo

se nos va desdoblando por la cara.

Y en lugar de los ojos

se humedecen dos profundas hogueras

en donde alguna vez frotamos nuestras manos

con las de un ser querido.

Entonces el amor era un barril de pólvora.

Una mecha muy corta nos unía.

Nuestra casa era un papel periódico

con un asombro nuevo en las noticias.

Pero llegó la lluvia y sus relámpagos.

Las hojas de la casa no fueron suficientes para formar un barco

que nos sacara a flote.

Intenté resistir escribiendo en las hojas nuestra casa quemada.

Naufragué por mis dedos.

Luego encontré en el vino las múltiples razones

para escapar de todo:

de mi madre y mis hijas, de ti

mi propia sombra.

Era increíble ver que en un vaso cupieran

la luz que yo buscaba, y el fondo

inacabable

de lo que yo no quise.

Me alejé de la lumbre

para hallar en los hielos que enfriaban mis angustias

un barrio conocido.

Allí, dueña de las paredes, las sábanas del vino me negaban los cláxones

el timbre del teléfono

el puño que golpeaba mi nombre por la puerta:

el contacto caliente con el piso.

Yo solo pedía tiempo, no a Dios.

Le pedí alguna calle, otra lepra en un vaso

otra memoria.

Me fui acabando entera

sin terminar el vaso tan lleno de mi vida.

Lenta, en verdad, la vida

a pesar del galope del inicio.

Apuro lo que bebo

y no se acaba

al contrario: es más lo que me culpa.

Cada uno se despide del mundo

como puede…

Yo pretendo el sigilo, para no avergonzarme

de no enfrentar los ojos de los tantos que me aman.

El vino es otra herida

inflamatoria

para que el hombre sepa de la muerte.

Sin embargo, cuando empiezo a morirme

Dios hace mucho ruido

y me despierta.

Y en lugar de ir a la cocina por un vaso

voy a la habitación de mis tres hijas, para mirar si duermen…

y besarlas, si puedo.

después




Para Guillermo




en el refugio
no los creo con su silencio de granadas,
sin embargo, mi cuerpo al final de las habitaciones
se siente enfermo.

afuera desciendo por el camino
casi nulo
donde las olas
son hilos de sangre.

mientras, una luz intermitente
en la casa perdida
habla de una vez en una caja con fotografías...

ella y su edad imposible
él y las aves en su brazo
reproducen un mismo sonido,
pero esa pareja está lejos y me obligan a escucharlos
cuando presiento que las escaleras fuera de aquí
ya no serán tú infinitas veces.

siempre el derrumbe en la última nota
del hombre que dejó seca la playa,
cimbra por toda la ciudad.













28 sept 2011

pisadas






leo uno de los diarios de sándor márai.
suspiro cuando habla de su cumpleaños,
y de esperar que la vida deje de ser vida
para convertirse en otra cosa a la que nunca llegaremos.

después camino hacia la biblioteca central. entro para leer un par de horas.
sucede el fatal encuentro una vez más.
no hablamos de nada. bueno. yo no hablo de nada con él.
lo escucho y la conversación me hace pensar
que debo dejar de defenderme.
que el amor simplemente es un mar heladísimo, violento y repetido, pero hermoso.

***

en la última reunión con los amigos:
ibán me abraza fuerte y hablamos de cajas.
itzel intenta tomar una fotografía donde no salga
una luz blanca y aura sonríe, durante todo el rato que permanecemos juntas,
ella tiene los ojos llorosos.

***

márai evidentemente no nos conoció:

"un matrimonio no es bueno ni malo. sólo es un matrimonio"





20 sept 2011

caballos




A pausa, solas en la noche






pasan las horas en este parque
donde los perros juegan venganzas
el viento en
mi vestido azul
nunca un dos piezas
no puedo
este cuerpo
inexacto
se rompe todo
el asiento húmedo
de un coche
que viaja
en un rastro
de peróxido
humea el subsuelo
una niña con graves heridas
de este hospital
mejor no nombramos
que las mujeres aúllan
de vez en vez
y es mi madre la que hace círculos con el vaho de los cristales
a lo lejos una alberca
y adolescentes
hacen olas en los bronquios
en este parque me han dejado
esperando
ven cuando sucedan
las granadas
y el tanque en mis encías
con los brazos al aire durante la madrugada en el parque
donde alucino a un poeta que se suicida debajo de un tren.









18 sept 2011









a veces, todavía pienso que voy a regresar.