23 ago 2011

¿será que por fin han venido por nosotros?








tal vez esta nota desde la orilla olvide
hasta el fondo de la brusca habitación
donde escuchas con el cuerpo
cómo tiran pájaros de los árboles
mientras se llevan a tu padre

al amanecer

¿qué importa? dirás con el rostro
me inclinaré hacia ti con la boca abierta
a lo lejos murmullos sin salir de esta casa
nadie oirá el temblor que sentimos
cuando miramos la carretera separando el río
y la ciudad lentamente sabiéndose
fuera de nuestras vidas




19 ago 2011

anatomía






es este cuerpo
que con la piel trota
por las carreteras;
en los huesos galopes,
la espalda y su desaliento.
es este cuerpo
me repito.
no el de mi padre
no el de mis hijos.
el que me habita
en los árboles
llenos de luz
y menciona:
vuelve
y llora por nosotros.
regresa,
frágil copo de nieve.





17 ago 2011

momentos




Para ti



De Elena Medel


Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre...

Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre.
Con un vestido blanco trazaré cada una de sus letras por las
paredes de mi dormitorio, por el suelo del patio del
colegio, por el pasillo de la casa más antigua. Para
recordar mi origen cada vez que yo viva.
En todos los lugares podré besar sus mejillas limpias de
cristal, aunque ella duerma lejos:
sus mejillas cercanas que me dolerán allá donde acaricie
su nombre escrito.
Tantos días, tantas noches habrá de alimentarme
amorosamente con su parábola descalza;
vendrá mi madre a arroparme, mujer de humo, con los ojos
tiritando de suerte,
y en cada sueño mis apellidos dolerán como un cartel de
bienvenida a un hogar diferente.
Sobre mi cabello, rubio como el de mi madre, la corona que
me ciño como hija primogénita de Dinamarca.
Me llamaré Vacía, en honor a mis muertos; miraré cómo
retozan de acrílico las palmas de mis manos, sangrará
mi lengua a disposición de mis muertos.
Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre para quien
quiera escucharlo, y escribiré que bendigo este medio
corazón en huelga mío, pues no olvido:
nací para llorar la muerte de otros.

16 ago 2011

los timbres mudos en invierno




A Penélope, por ser mi espina dorsal





las familias dejaron de visitarnos
el tren lleva semanas sin subir a nadie
mi hermana escribe en las ventanas de la casa
que la tierra ya no nos pertenece
que vendrán por cada uno de nosotros
que en la acera hay restos de comida
que nunca saldremos de esta ciudad
ni trazaremos caminos en la nieve


15 ago 2011

esa ostentación de superviviencia es ardid de los desesperados






estoy sobre la alfombra de la casa
observo cómo un desfile de medusas
se desprende de la pared
en el barrio aún nadie ha logrado mencionarte
y en la calle la vieja tintorería donde los amigos
construyeron nuestros televisores

la mujer del bar desierto me ha dicho
que ahora destruyes cabinas telefónicas
y pasas noches en hoteles con mujeres que no recordarán tu nombre
que en el cine se edifican ciudades
puentes en los que un niño lanzará piedras azules
una mañana lluviosa




13 ago 2011

enciclopedia o el compendio de las buenasparanada







¿puedo sentarme?

ella me observa.
hace una seña con la mano y tomo asiento.
miramos por la ventana. no decimos nada.

afuera una aurora boreal y la historia comienza.

***

¿una salamandra?


la conversación se prolonga.

miles de conejos deambulan por la habitación. dicen que en la ciudad llegaremos a 45 grados centígrados. el río está por secarse. en los almacenes las señoras hacen bolas de papel periódico.

esta tierra nos dejó solas. en la casa de nuestra niñez aún se escuchan las historias de gitanos. el pueblo sin hogar y la brújula...


***


¿qué es una ciudad vampiro?

una niña que duerme con el cuerpo pegado contra la pared.


***

¿son flores nucleares?


la vida está en otra parte y nunca llegaremos ahí.


***


¿eran sus ojos?

sí. un puente dinamitado. la ciudad donde ella decidió atar listones en las avenidas para no olvidar el camino de regreso. el mapa incansable.

pasar los días, ella y yo abrazadas en el salón sin techo de una escuela casi vacía.



***


por ser humo de cigarro
por la mirada furiosa
por el andar bajo la lluvia
por los silencios
por la nostalgia compartida
por un hogar insostenible
por el incendio
y el avión hacia ninguna parte


porque eres mi esternón,
mi torrente sanguíneo;
la niñez perdida,
un abismo y las medusas en la almohada.


por el sonido de un refrigerador en mitad de la noche.
por encender la luz en una casa ausente.
por los muros interminables y las colecciones incompletas.
por el disfraz blanco-negro.
por la nariz que sangra.
por nunca acabarnos.
















11 ago 2011

arterias






prestamos las formas de una rendija

que atrae luz y el andar de ciervos

al caer la mirada en la mano que se despide

un tímido ardor se esparce por los techos

las casas humean como espaldas aniquilando colores

sin volver a nuestra figura mientras en el vagón

la circunferencia de ella despojada de todo






7 ago 2011

la ciudad mata los sueños que ella misma construye







mi vida se divide en dos extremos: las noticias felices que llegan de fuera y ser una buenaparanada en un departamento lleno de cajas y de frío.


extremo 1

en la marquesina del teatro que siempre veía camino a la universidad, habrá funciones donde un hombre observará detenidamente unas cebollas mientras su mujer danza con la sombra de un gato furioso y todos han dejado de llorar.

extremo 2

la vendedora del supermercado tira mis latas. unas se abollan otras se ensucian. la cajera molesta me pide las levante del suelo y me pregunta si es todo. la observo tristemente y le comento que no me llevaré nada, que en casa aún queda un poco de avena.

extremo 1

en rusia las personas suelen hablar poquísimo, esto no es un inconveniente. durante las mañanas las líneas de los árboles le recordarán a la salamandra, la primera vez que sintió el agua del mar.


extremo 2

en la calle me detiene un anciano. dice que me leerá la mano sin cobrarme un solo peso. acepto porque recuerdo la secuencia de una película donde dos amigas viajan a parís, una está soltera, la otra casada. ambas infelices. ambas viven la vida que les tocó.
el anciano acaricia mis manos, habla sobre algunos trabajos que estoy haciendo, dice que me siente enferma y que es serio, que debo sanar mi cuerpo. menciona que mi vientre está triste. sollozo y lo escucho con atención. me comenta que "en mí habita una familia que nunca tendré". después pide que me vaya y que no voltee para nada.

extremo 1

el mago abre un lata, la monta y revisa su escaleta una vez más. después el mundo se destruye.
su mirada son miles de búfalos en la nieve.


extremo 2